El Istituto Italiano di Cultura di Madrid inició el pasado 20 de abril en su página web y sus redes sociales un proyecto audiovisual en el que destacados autores, artistas e intelectuales italianos reflexionan acerca de las afinidades entre la cultura de Italia y la de España, tomando como punto de partida el aislamiento global al que desde hace semanas estamos sometidos. El proyecto está integrado por una serie de vídeos, reunidos bajo el título «Un pensiero da pensare insieme tra Italia e Spagna», #unpensieroIICMadrid en el que los distintos estudiosos exponen sus teorías desde el confinamiento obligado de sus hogares.
Tras el lanzamiento de las primeras entregas seguimos enriqueciendo nuestro proyecto y nuestro “pensiero» con la reflexión de otros intelectuales.
Por su parte, Massimiliano Tarantino, director de la Fondazione Feltrinelli, institución en el corazón de Milán y en el centro del debate cultural de este “trozo de Europa” que está viviendo un dramático y frágil momento histórico reflexiona sobre la existencia de la posibilidad de mezclar las cartas y reconstruir sobre todo tres cosas: la democracia, Europa y el papel de la cultura. El hiperindividualismo e hiperliberalismo que nos han acompañado nos han dejado una heredad confusa que podemos rescatar solo unidos. Su reflexión y esperanza en esta unión incluye el eje Roma-Madrid, los países de la Europa Mediterránea y también Francia y Alemania. La nueva democracia será una democracia de derechos, igualdad, atenta a las minorías y que incluya mediación entre lo público y lo privado. La cultura, las ideas, la ciencia, las universidades y la literatura tienen la posibilidad de reinventar su papel central en la renovación de nuestra forma de actuar como ciudadanos: centralismo del proceso de emancipación de los ciudadanos europeos, reconquista del concepto de democracia de derechos humanos e igualdad, recreación de nuestro Continente, nuestra identidad y nuestro futuro -empezando por el eje Mediterráneo, y continuando por el resto de países europeos-. Giusi Marchetta, escritora, hace de Cervantes y el Quijote, recordando los molinos de viento, el punto de partida de su razonamiento sobre la sociedad, la lucha y las diferencias sociales que, sobre todo en este momento tan complicado, se hacen aún más fuertes. El confinamiento tiene que ser el comienzo de una nueva época con un radical repensamiento de la sociedad junto a la capacidad, por parte de todos, de ver la realidad que nos rodea. La escritora Caterina Venturini recurre a las imágenes más impactantes y transversales para describir el difícil momento que estamos viviendo. Para ello opta por evocar al célebre escritor italiano Gianni Rodari -de quien el próximo octubre se celebrarán los 100 años de su nacimiento-, considerándolo no solo como el imprescindible autor de cuentos y canciones infantiles que fue, sino también como creador de una nueva e íntima manera de mirar el mundo. Es por ello que Venturini concluye su planteamiento invitándonos a producir imágenes que reflejen ese todo al que el ser humano no tiene capacidad de acceder más que por medio de la imaginación, en un deseo de que tratemos de asumirlo y comprenderlo. La escritora Alessandra Sarchi reflexiona sobre la percepción del tiempo en esta época de confinamiento, recordando al escritor español Javier Marías y su concepto de cómo el tiempo transforma nuestros gestos y nuestras acciones; asimismo, su reflexión se amplía al cambio que ha sufrido la visión del espacio donde nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestras actividades siguen desarrollándose. ¿Qué palabra, qué gesto, qué acción puede salvarnos? “Existen palabras que salvan, solo tenemos que buscarlas y ayudarnos”. El detonante del pensamiento que nos comparte la escritora Cristina Marconi es la expresión francesa ‘bâtir des châteaux en Espagne’, que en italiano se traduce ‘costruire castelli in aria’ (construir castillos en el aire): así, discurre sobre cómo el nomadismo internacional, tema sobre el que ha reflexionado largamente, cambiará en el futuro después de esta complicada situación que atravesamos, y plantea si esa misma expresión francesa está destinada a convertirse en un gran programa de pragmatismo para nuestro futuro. La estudiosa y ensayista Clotilde Bertoni ahonda en la relación entre estabilidad e inestabilidad en todos los aspectos de la vida y en como esta difícil realidad actual nos ha obligado a una absoluta estabilidad, forzada y artificial, enfrentándonos a la inestabilidad laboral y afectiva, y a una estabilidad aceptada, comprometida y frágil, que podría convertirse en opresiva. La segunda línea de su reflexión es la relativa a la reacción a esta situación: todas las crisis generan narraciones, cuentos y eso es precisamente lo que está sucediendo en este momento. Recordando a Primo Levi y su “Si esto es un hombre”, afirma que todas las crisis llevan a la inestabilidad generando la necesidad fisiológica e irresistible de nuevos relatos para reconstruir la propia identidad. Todas las historias generadas por esta crisis son repetitivas, estancadas y parecidas entre ellas en reflexiones y conclusiones. El ensimismamiento se traduce en un repliegue en las mismas formulas, en las mismas conclusiones y en las mismas ideas. ¿Y cómo podemos salvarnos de esto? Su esperanza reside en las narraciones y en los cuentos de los jóvenes que viven esta complicada e inestable situación. La escritora Nadia Terranova nos expresa su “pensiero” poniendo el acento en los poemas de amor del poeta valenciano Ausias March recogidos en la antología “Un male strano” publicada por Einaudi y traducidas y editadas por Cèlia Nadal Pasqual y Pietro Cataldi. En este arduo momento de confinamiento y distancia física ha sido, además de un puente entre Italia y España, una manera para redescubrir lo fisiológico, el deseo del cuerpo, que en estos tiempos sufría ligeras constricciones. En el centro de la reflexión de Marta Inversini, directora de la Fondazione Mondadori, está Miguel de Unamuno, el filósofo implacable, el escritor comprometido, el irreductible rector de la Universidad de Salamanca, cuyo pensamiento ligó tan a menudo a la idea de España, al ideal de España siempre proyectado hacia el exterior, a los intelectuales y a la cultura europea. Para ilustrar su planteamiento Inversini escoge un breve fragmento de la obra del erudito bilbaíno “Vida de Don Quijote y Sancho”, uno de sus libros más representativos y, como el propio autor la describe, “una libre y personal exégesis del Quijote». La introspección de la dramaturga Chiara Lagani, se basa en la dimensión del teatro -quizá uno de los últimos espacios que abrirán después de este periodo de confinamiento-, ya que ahí confluye el encuentro, y por tanto el contagio. La distancia que estamos obligados a mantener en nuestra nueva vida, es la misma que subyace en el mundo de los sueños, como afirmaba el escritor Giorgio Manganelli: «La vida es y tiene que ser el negativo de los sueños». Y para cerrar el círculo, concluye su reflexión recordando a Pedro Calderón de la Barca y «La vida es sueño». Benedetta Marietti, directora del Festival della Mente di Sarzana, dedica su reflexión al hecho de viajar en cualquiera de sus facetas: al viaje dramático de los emigrantes, al viaje turístico, pero siempre como un acto importante que nos permite construir una nueva identidad y reinventarnos. En estos días de confinamiento obligado podemos realizar viajes literarios. Volver a viajar con Ulises, junto a Don Quijote o aventurarnos en las rutas irresistibles de los célebres libros de viajes (Chatwin, Sebald, Kerouac o Conrad, entre otros) donde los protagonistas emprenden a un tiempo viajes físicos e interiores y, entre estos últimos, Marietti recuerda el gran viaje interior imaginado por el poeta Giorgio Caproni. Luigi Nacci, escritor y poeta, habla sobre la capacidad de la poesía y de la palabra de los poetas para superar las fronteras, para vencer barreras y límites geográficos, y se sirve para ellos de los versos del poeta vasco Carlos Aurtenetxe. Su esperanza para el post-confinamiento es la revalorización de esas tierras despobladas, vaciadas, que existen en España y en Italia y, citando a Machado, desea que todos volvamos a encontrar el buen camino. El escritor y periodista Giorgio Zanchini, revela diversas claves acerca de su forma de estar en el mundo, su manera de considerar a los seres humanos, la vida, la muerte y una comunidad caracterizada por un fuerte biculturalismo italiano y español. Por su parte, el filósofo Felice Cimatti apoya su explicación en una de sus más recientes lecturas: «La España vacía» del escritor y periodista Sergio del Molino, que describe un viaje histórico, biográfico y sentimental a través de un país deshabitado en el mismo centro de España; un vacío, este, que caracteriza también las zonas centrales de Italia, desde la Toscana hasta Calabria, e idéntico vacío que el domina hoy nuestras ciudades. El vacío es el reverso de la plenitud, pero una plenitud que paradójicamente nunca es suficiente. Vacío y plenitud ante los que siente una atracción aparentemente contradictoria, hasta el punto de desear un vacío-lleno. El poeta Adriano Padua expresa su reflexión con la lectura del tercer poema a Pier Paolo Pasolini de Juan Carlos Maestre, traducido al italiano por Raffaella Marzano. El pensamiento de Ilide Carmignani, traductora de muchos escritores españoles y latinoamericanos (Almudena Grandes, Luis Cernuda, Arturo Pérez Reverte, Luis Sepúlveda y Roberto Bolaño, entre otros) se centra en la estrecha relación entre Italia y España: dos países unidos en una hermandad a su entender esperanzadora. Roberto Casarotto, responsable de programas de danza en el Ayuntamiento de Bassano del Grappa, reflexiona sobre el significado de la danza, que considera un derecho de la humanidad y el arte que conecta a las personas con su propio cuerpo. La danza, durante este confinamiento obligado, aparentemente desaparecida de las programaciones, sigue activa en todos esos proyectos “invisibles” que conectan ciudadanos, artistas y personas en su práctica. Shaul Bassi, Director del Center for Humanities and Social Change de la Università Ca’ Foscari de Venecia explica las muchas similitudes que hay entre lo veneciano y lo español no solo por la lengua, sino por la historia, a partir de 1492…Laura Graziano, Resident Director Wake Forest University Venice, expone su razonamiento a partir de la paradoja que desde hace unos años vive en Venecia: el turismo permite que la ciudad viva, y al mismo tiempo la mata. Y destaca, por encima de todas las señas de identidad de esta codiciada metrópoli del nordeste italiano, su singular belleza. Un encanto sublime conservado gracias al rango enigmático de la urbe, al amalgama entre las peculiares formas arquitectónicas y la atávica vida cotidiana que aún preservan sus habitantes. Asimismo, destaca los intercambios entre las Universidades como uno de los más sólidos nexos entre Italia y España. Unas permutas académicas que, en palabras de Graziano, van de la formación a la transformación. Y hablando de formación, la función de la escuela es precisamente el núcleo del pensamiento de la traductora Monica Bedana, en estos meses de confinamiento. Recuerda los modelos de la Institución Libre de Enseñanza del español Francisco Giner de los Ríos, y la Escuela Popular del religioso italiano Lorenzo Milani, y argumenta que la escuela, tanto en España como en Italia, ha demostrado una capacidad irreductible para superar las crisis. Habla, en este sentido, de una escuela que tiene la virtud de transformar cada vivencia extrema en una experiencia formativa para los alumnos; una escuela que protege y aporta armonía tanto a los jóvenes estudiantes como a los maestros. Cristina Marras, filósofa investigadora del CNR (Consiglio Nazionale delle Ricerche – Consejo Nacional de Investigación italiano) subraya las similitudes que existen entre Italia y España desde el punto de vista lingüístico, histórico, cultural y científico. En este orden de cosas, reflexiona sobre las respuestas que la filosofía puede dar en este arduo momento histórico que atravesamos. Para ello, hace uso de una metáfora filosófica por excelencia basada en la mutua influencia entre palabras y contextos. A través de la metáfora del espejo expresa su punto de vista acerca de ese puente invisible (y a la vez tan presente) que, como un reflejo, une Italia con España. Un vínculo que, en estos días de aislamiento, en el mar de una tragedia que ha sacudido a ambos países con igual ferocidad, Marras concretiza en la pluralidad de la condición humana, capaz de albergar múltiples perspectivas y puntos de vista ante una misma coyuntura. Por su parte, el escritor Jacopo La Forgia comparte las reflexiones que le han acompañado en estos últimos meses de confinamiento. La primera es la importancia y la necesidad de retomar y aplicar el adagio platónico sobre el conocimiento; la segunda, que a menudo olvidamos, es considerar al otro como a nosotros mismos, con idénticas competencias e iguales capacidades. La poeta Sara Ventroni lee para la ocasión una carta rubricada por Cristina Campo, pseudónimo de la literata intimista Vittoria Guerrini (Bolonia, 1923-Roma, 1977), gran amiga de la filósofa malagueña María Zambrano. La misiva fue escrita en 1957, durante la cuarentena por la gripe asiática, para la editora Margherita Pieracci Harwell, que casi un cuarto de siglo después se encargaría de recopilar y preparar para su publicación la nutrida obra póstuma firmada por Campo, y cuya estrecha relación personal e intelectual está recogida en el libro «Cristina Campo e i suoi amici» (Nuova Universale, 2005). ¿Se pueden sacar conclusiones positivas de un aislamiento global como el que soportamos desde hace meses? La escritora Caterina Soffici está convencida de que sí. Para llegar a esta conclusión pone sobre la mesa la siempre imprevisible y controvertida realidad de las reacciones humanas ante la adversidad, concentrando esta idea, lógicamente, en el contexto del sobrevenido estado de soledad y confinamiento al que estamos obligados. Para cualquier persona que se expresa a través de un acto creativo y que mediante este acto asimila lo que sucede en el exterior, Soffici considera que este es un periodo que tendrá sus efectos positivos y productivos. Y lleva el planteamiento a su terreno, la literatura, con la certeza de que esta sabrá cómo metabolizar los hechos y las sensaciones, que tendrá la sensibilidad suficiente para separar los elementos positivos sin caer en el fácil recurso de la distopía, de las realidades paralelas, de la ciencia ficción. El punto de partida de la reflexión del escritor Franco Michieli, es el recuerdo de su experiencia juvenil sumergido en la naturaleza abierta y libre. En este sentido, comenta que con el comienzo de la pandemia y del obligado #quedateencasa nos hemos alejado de la libertad, de la tierra y del mundo, y afirma que esta es precisamente la causa de nuestra incomprensión ante los hechos aparentemente inauditos que estamos viviendo, y también el motivo del desconocimiento acerca de cómo tendremos que afrontar la vida a partir de ahora. La virtualidad en la que ya vivíamos antes del confinamiento, que no solo es física, sino también y en gran medida existencial, para Michieli es la confirmación de que nos hemos alejado de tal modo de la naturaleza -y por tanto de nuestra propia esencia-, que desconocemos por completo el significado de sus reacciones, de sus avisos. Y es categórico al afirmar que paradójicamente es esa misma peligrosa virtualidad por la que la hemos sustituido, la que debe abrirnos los ojos, la que tiene que ayudarnos a salir, a huir de ella; la que nos tiene que tender la mano para reencontrarnos con la tierra, para aprender a escuchar de nuevo el silencio, la que desde su negativa condición debe sugerirnos cómo tenemos que actuar en el futuro para volver a ser libres. La artista Monica Biancardi, subraya la relación entre España y el sur de Italia y las numerosas influencias derivadas de la misma en la cultura, las tradiciones y, muy claramente, en los dialectos. Asimismo, al enseñarnos su obra realizada en estos meses de confinamiento que representa las decisiones fragmentadas en Europa, la artista destaca que una vez más el destino de ambos países vuelve a estar unido. Marino Sinibaldi, director de Rai Radio Tre, expresa su pensamiento recordando la que considera la novela más grande nunca escrita, el Quijote. La extraordinaria humanidad que transmite la novela es, en su opinión, el antídoto perfecto en estos meses de confinamiento y soledad y es gracias a los grandes maestros antiguos y contemporáneos que Sinibaldi piensa con admiración en la lengua y la cultura españolas. Cerramos nuestro proyecto “Un pensiero da pensare insieme tra Italia e Spagna. Un progetto video dell’Istituto Italiano di Cultura di Madrid” con las reflexiones de Chiara Montanari, ingeniera, escritora y coordinadora de bases en la Antártida, para que nos acompañen en las próximas fases en las que habrá que seguir pensando juntos, desarrollando pensamientos comunes en Italia, España y en toda Europa. Desde su experiencia en situaciones extremas en la base Concordia -cuarta base permanente en la meseta antártica, construida a 3.233 metros sobre el nivel del mar y cuyos trabajos desarrollan conjuntamente científicos de Francia e Italia-, también considera esta crisis atípica y demoledora como una gran oportunidad para adaptarnos a un cambio acelerado en el que todo a nuestro alrededor se transforma y debe ser reconstruido. La situación extrema e incierta que vivimos, es de alguna forma similar a la del pequeño mundo de Concordia. ¿Cómo nos enfrentamos y superamos una emergencia? Montanari lanza al aire esta pregunta para la que plantea a su vez dos posibles respuestas: siempre podemos elegir superarla con valentía o con el corazón roto. Y esta dicotomía posible en la réplica al desastre la lleva a una conclusión que lanza un haz de luz entre tanta sombra. Según le dicta su experiencia, en la incertidumbre podemos prosperar y afrontar el futuro con determinación.
Las primeras entregas fueron las de: Nicola Lagioia, Annarosa Buttarelli, Andrea Tarabbia, Giovanni Solimine, Helena Janeczek, Michela Marzano, Daria Bignardi, Stefano Boeri, Adrián Bravi, Pietro Del Soldà, Mauro Covacich, Alessandra Carnaroli, Claudia Durastanti, Leonardo Sangiorgi, Federica Manzon, Gisella Genna, Alcide Pierantozzi, Giuseppe Catozzella.
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